Con esto introduzco uno de los problemas más grandes del Periodismo hoy día, pues las cadenas y (¿casi?) cualquier medio de comunicación tradicional están condicionados por su necesidad de soporte económico.
Muchísimos artículos de periodistas con talento han sido directamente tirados a la basura por ser demasiado 'verdaderos' o criticar a alguna de las empresas que ofrecen un 'donativo' (más bien invierten) al canal, periódico, etc.
Y para acabar, la guinda en el pastel, acentuando un poco así el caos que somos los humanos (pues estas cosas ocurren con el periodismo, pero estoy segura que no es en el único oficio en el que pasa):
Entre risa y pena me entró cuando empezaron a criticar a Francisco Marhuenda, director del periódico El País. ¿Cómo puede un director sacar día a día un periódico cuando este nunca está presente para dirigirlo?
"Aseguran lo rótulos de las tertulias televisivas que el pintoresco personaje Francisco Marhuenda dirige un periódico llamado La Razón.Es el primer enigma de su personalidad. En los muchos años que llevo frecuentando periódicos he constatado la presencia física y casi cotidiana en ellos de las personas que los dirigen. En algún caso, ofreciendo la sensación de que no solo dirigen el periódico, sino que también viven en él, que la profesionalidad se ha adueñado hasta extremos abusivos de su existencia.
Por ello, me asombra el misterio de que cada vez que enciendo la televisión, en múltiples cadenas, mañana, tarde y noche, aparece inevitablemente este hombre compartiendo los debates políticos, ofreciendo sus impagables opiniones sobre la actualidad. Sé que existe el don de la ubicuidad y que esta ha protagonizado inolvidables relatos de fantasmas, pero sigo flipando sobre el proteico milagro de parir día a día un periódico desde los platós de las televisiones." - Carlos Boyero
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